Recién llegado a Gipuzkoa, he podido analizar muy rápidamente las diferencias culturales entre Francia y Hegoalde. Horarios, hábitos, modo de vida, todo parece diferente a pesar de la cercanía con la frontera. Sin embargo, el cambio más importante que he notado son restricciones y una comunicación pública totalmente opuesta teniendo en cuenta que estamos padeciendo una crisis similar, la del Covid.

Descubriendo el poder descentralizado
El mapa Covid se actualiza cada día de la semana, se publican fechas precisas para modificar las restricciones según la evolución de la situación. El Gobierno Vasco, seguido de la Diputación Gipuzkoana sacan datos para que la población pueda tener una visibilidad sobre la pandemia y anticipar los próximos pasos dados por el Gobierno. Además, esa comunicación se da en un contexto local, con restricciones adaptadas al territorio. Aquí es donde se nota mayor diferencia para un francés, entre las elecciones políticas en Francia y en España, en concreto en Euskal Herria. Ese tipo de gobernanza, siempre según un punto de vista exterior, crea una coherencia entre el estado de la crisis local y las orientaciones públicas. Así que la comunicación de la comunidad mantiene una lógica para todos, a escala regional.
En Francia, un poder centralizado
En Francia, las decisiones políticas se cumplen a nivel nacional. Las colectividades regionales y provinciales sirven para mantener y consolidar las elecciones tomadas desde París. Además, el año 2016 marca una nueva página del poder centralizado, cuando se produce una nueva fusión de las regiones que disminuyeron de 22 a 13. En la misma dinámica, el poder central intenta desde hace varios años suprimir las diputaciones provinciales* (“conseils généraux/départementaux”). Si siguen de momento, queda claro el deseo de una gobierno aún más nacional, con decisiones iguales para todos los territorios franceses, a pesar de sus diferencias (medio urbano, rural…). Por alejarse demasiado de las poblaciones rurales y de las regiones lejanas de París o de otras grandes ciudades, el estado olvida una parte importante de la población. Si datos provinciales existentes**, es imposible encontrar informaciones de comunicación tan actualizadas y precisas como en las provincias de Euskadi, donde cada ciudad tiene sus datos diarios.
¿La crisis de la Covid, el límite del poder centralizado?
Excepto algunos territorios en dificultad frente al aumento de los contagios, como la provincia de Nice, la centralización del poder se nota en el tratamiento igual de las regiones, mientras que las situaciones en relación con la Covid son muy diferentes. Sin embargo, hemos visto al finalizar la primavera del año pasado, algunas diferencias de restricciones según la situación en las diputaciones, para organizar el desconfinamiento. A pesar de que era el Estado quien decidía las nuevas normativas, ese tratamiento diferente permitió tomar decisiones sociales y económicas según las zonas geográficas. Hoy, podemos comprobar una falta de visibilidad de la población sobre el futuro de la pandemia, mientras que se cumple un toque de queda a las 6, con el sector de la hostelería y de la cultura cerrados desde hace varios meses. El uno de marzo, el presidente Macron ha pedido a la población mantener la paciencia “entre 4 y 6 semanas”***, una situación que no mejora, mientras disminuyen las restricciones en España y Hegoalde, dónde las libertades vuelven poco a poco. Podemos ver como la comunicación del gobierno francés no es muy precisa. Esperar entre “4 o 6 semanas” después varios meses con días acortados y con pocas posibilidades de divertirse (bares, restaurantes, cines cerrados…) puede dar la impresión que desde El Elysée no se dan cuenta de qué viven los habitantes y los profesionales desde hace ya un año.
Varias preguntas me llegan a la cabeza: ¿Cómo tomar decisiones igual de coherentes para territorios tan diversos? ¿Cómo mantener una comunicación estatal coherente mientras que las elecciones políticas no se toman en cuenta de las necesidades de cada región y que la economía está viviendo al ralentí?
Tal vez se podría tomar como inspiración el trabajo que hacen algunos países vecinos del sur de Europa…
“Imposible, no es Francés”, decía Napoleón.
Sylvain Lapeyre
Agencia 837 Comunicación y Publicidad
*https://www.vie-publique.fr/parole-dexpert/278683-le-departement-entre-resistance-et-renaissance-par-nelly-ferreira. Par Nelly Ferreira – Maître de conférences en droit public, Université de
Cergy-Pontoise.
**https://www.gouvernement.fr/info-coronavirus/carte-et-donnees